lunes, 20 de febrero de 2012

DOCTOR FASO: SEGUNDA PARTE

Y es que con el doctor Faso hay mucha tela para cortar. De lo físico podemos decir que es un sesentón petiso, medio rubión con las canas apareciéndole por debajo de la tintura. Usa casi siempre el mismo ambo, y a pesar de todo es coqueto.
Su rutina de guardia consiste en lo siguiente: llegar puntual con su bolsito, quedarse cual estatua sin acotar, preguntar ni chistar escuchando el pase de guardia, dejar el bolso; tomar los implementos necesarios para su actividad (jamás usa estetoscopio, total para qué... alguien lo prestará, y si no, la auscultación no será necesaria) e inmediatamente pegarse a alguien. ¿Qué quiero decir con pegarse a alguien? Eso... plantarse detrás de un pobre infortunado al que sigue a todas partes no haciendo absolutamente nada. Solo lo sigue y le habla cual si fuese la voz de su conciencia. ¿Con qué propósito? Vaya Dios a saber, porque lo que es ayuda, el pobre condenado no recibe siquiera un ápice.

Después de aproximadamente una hora de caminata ininterrumpida el doctor Faso comienza con hambre, asique abandona al pobre desdichado y se dispone a comprar algo para comer. Su alimento es acompañado siempre de una botella de agua saborizada (chiquita, para no convidar).
Después de saciar su apetito y tal vez disfrutar de una media horita más de televisión (realities, novelas, cualquier excusa es buena) llega nuevamente el momento de ponerse en acción. Vuelve a la guardia donde irremediablemente encontrará un mundo de gente en los pasillos (claro, mientras él comía cayeron 15 ambulancias, dos histéricos que tiraban la puerta abajo y como los de seguridad nos vieron aburridos hicieron pasar a 4 señoras mas que tenían mala cara y a una viejita que dijo que tenía la presión alta), con lo cual pasará aproximadamente 20 minutos discutiendo con toda esa gente tratando de despejar el corredor, cosa para lo cual es especialista.
El doctor Faso tiene una especial cualidad: nunca escucha de lo que están hablando y cuando lo considera necesario interrumpe cualquier conversación para contar una anécdota, y aunque la conversación original siga, el continúa igual. Uno podría pensar que después de tanto tiempo las anécdotas se acaban, pero no... y para colmo el público constantemente se renueva, asique quien lleva un tiempo a su lado conoce las mil y un aventuras de este doctor.

Habitualmente los clínicos descansan por turnos. Si no es su turno de descansar, el doc se queda pululando por ahí, esperando que el practicantado tome las riendas de la guardia y sólo aparece oportunamente cuando la situación lo amerita, ejemplos: pacientes con alteraciones del sensorio, politraumatismos, en fin: pacientes graves que la juventud no está apta para resolver. Y es en esos momentos donde brilla el valor del doctor Faso, realmente es cuando se luce en todo su esplendor... Es el momento oportuno para mirar hacia un costado y con cara sonriente decirle a algún pobre practicante que aparezca por ahí: ¿No me llamas a los cirujanos, al cardiólogo, al anestesista y al terapista? Y no va a faltar algún iluminado que a su lado diga:

-Doctor, el paciente esta muy grave, hay que intubarlo (ponerle un tubo en la laringe para asegurar la respiración y que de ese modo le llegue oxigeno al cerebro)!

Y, muy complaciente nuestro doctor conteste:

-Si, si, ya se... ya llamé al terapista!

y se quede mirando como el paciente (que ya está azul por la hipoxia) recibe oxigeno de una bigoterita (esas cánulas que se ponen en la nariz) mientras el se mueve de un lado para otro haciendo cosas tan importantes como escribir las órdenes de laboratorio, rotular los sueros, sacarle las zapatillas al enfermo y demás cosas prescindibles cuando tenés delante a alguien que se está muriendo.

Si, ya sé que lo que estoy contando es grave, pero falta describir otra cualidad: Vaya a saber por qué, al doctor Faso casi nunca se le mueren los pacientes. Es más que obvio que si se hace cargo otra persona a él no se le va a morir, pero mientras que el paciente está bajo sus dominios, o sea en la nebulosa misma, generalmente no se muere. Hay varias teorías que afirman que este hecho fue logrado mediante un pacto demoníaco pero ninguna fuente es confirmada.

Cuando llega su momento de descansar, simplemente se acuesta. Si le correspondía levantarse a las cuatro, se levantará a las 8 (con suerte) y ni hablemos si se acostó tarde. Si se levanta temprano hace unos desayunos interminables y para cuando arranca, todos los especialistas que tenía que consultar se están por ir con lo cual se la pasará quejándose de todo el trabajo que tuvo a la mañana para conseguir que le vean a los pacientes. Ni hablar que en ese lapso, por supuesto, no atendió a uno solo.

Para todo esto el apetito ataca nuevamente al doctor. Ni hablar de intentar coordinar una comida con el resto de sus compañeros, ni corto ni perezoso se encarga la propia, y cuando llega, come. Aunque en ese momento haya un accidente aéreo a dos cuadras del hospital y lleguen ambulancia y bomberos, uno detrás de otro con heridos gravísimos, ninguna de las víctimas será merecedora de aplazar siquiera unos 10 minutos la ingestión de sólidos. Por supuesto él es muy buen compañero, y como es feo comer solo, se queda en la mesa hasta que el último de los cristianos (y no cristianos) que están en la guardia termine de comer, sólo para hacerle compañía y luego, como es el colmo de la amabilidad, lava los platos. ¿Quién queda en ese período en la guardia? Nadie... pero ante todo lo mas importante es el compañerismo.

Promediando la guardia hay que justificar el sueldo. ¿Para qué arriesgarse a ver a los pacientes que están en aislamiento infectados, aquellos psiquiátricos excitados o esos otros pacientes peligrosos? no, es mucho más sencillo aportar a la causa atendiendo a la gente que golpea la puerta. Y así, de 10 pacientes que ve sucede lo siguiente:

Paciente 1: -Vengo porque me duele la panza
Doctor Faso: -¿Hace cuanto?
Paciente 1: -Hace 3 días
Doctor Faso: -Eso es crónico, vaya al gastroenterólogo

Paciente 2: -Vengo porque estoy mareado
Doctor Faso: -¿Cuanto tiene de presión?
Paciente 2: -No se, hace rato que no me la tomo
Doctor Faso: -Ah no... Siempre que venga así primero vaya a la farmacia a tomarse la presión, acá no hacemos eso

Paciente 3: -Vengo porque tuve un accidente
Doctor Faso: -¿Lo vió el traumatólogo?
Paciente 3: -Es que solo tuve un golpe en la cabeza
Doctor Faso: -No importa, lo ve primero el traumatólogo

Paciente 4: -Vengo porque tengo un forúnculo
Doctor Faso: -Ah no, eso es del cirujano

Paciente 5: -Vengo porque me duele la panza
Doctor Faso: (sin revisarlo) -Pasá del otro lado que los cirujanos te van a revisar... (Gritándole a un practicante) Fulanooo, anda a buscar a los cirujanos que hay una panza

Paciente 6: -Vengo porque necesito un certificado
Doctor Faso: -¿Un qué?
Paciente 6: -Si, ayer estuve con gómitos y no fui a trabajar
Doctor Faso: -SALGA INMEDIATAMENTE DE MI VISTA DESVERGONZADO!!!! Eso acá no se hace!!

Paciente 7: -Vengo porque tengo tos y mocos
Doctor Faso: -¿Y? (ya de mal humor) ¿Qué pasa que todo el mundo esta así? Por diooos
Paciente 7: -¿No me puede hacer una placa?
Doctor faso: -¿Pero que se cree, que me va a venir a indicar a mi lo que tengo que hacer y lo que no? hágase vapor y váyase (no lo revisa porque recuerden que no tiene estetoscopio)

Paciente 3 bis: -Ah, si, vengo porque el traumatólogo me dijo que viniese para acá otra vez, que traumatológico no tengo nada
Doctor Faso: -¿Usted quien es?
Paciente 3 bis: -El que se golpeó la cabeza
Doctor Faso: -Ah, si... ¿Perdió el conocimiento?
Paciente 3 bis: -No... Creo que no
Doctor Faso: -¿Cómo creo? Bueno, hágase esta placa y vemos


Paciente 8: -Vengo porque me duele la panza
Doctor Faso: -¿Hace cuanto?
Paciente 8: -Desde hoy
Doctor Faso: -El cuadro es demasiado agudo, hay que darle tiempo a los síntomas señor, vuelva mañana si le sigue doliendo

Paciente 9: -Hola vengo porque estoy con diarrea
Doctor Faso: -¿Qué comió?
Paciente 9: -Nada... hace dos días que como te y galletitas y antes comí una ensaladita
Doctor Faso: ¿Usted quiere que yo le crea que con los 120 kilos que tiene encima no comió nada? Hágame el favor de no mentir, quiere?... tome crema de bismuto y no coma nada por 7 días... ¿Me entendió?

Y así atiende en un tiempo record 9 pacientes a lo cual deja el box libre para que un practicante atienda. Y llega el último paciente...

El practicante abre la puerta y se encuentra con que el paciente número 10 es un viejo que lo traen entre cuatro, toma 15 medicaciones, está tratado por 7 especialistas, está deshidratado, confuso y hace un movimiento extraño con la boca que ni lo vio ni lo leyó nunca. Lo acuesta y lo revisa, total sabe que el doctor Faso anda cerca para darle una mano. Este, pareciendo leer su mente se acerca justo cuando el pichón de médico está a punto de presentárselo. Pero el doctor es más rápido, lleva años de experiencia: antes que el susodicho abra la boca, mira la camilla, mira al practicante y le dice:

-Nene, aprovecho que ya saqué a toda la gente y me voy a la farmacia de la vuelta a comprar el remedio de mi mamá

Y sin el menor escrúpulo se da media vuelta dejando atónito y con cara desencajada al practicante.

Por supuesto que toda actividad puede ser interrumpida por algún matecito y alguna cosita rica. Ni hablar de toda la gente amable que viene a charlar, ¿Como desairarla?… si somos animales sociales caramba, de relaciones vive el mundo!
A todo esto se acerca el final de la guardia. Todo el mundo está cansado, malhumorado y quiere que la última hora sea un desierto. Pero parece que el destino se ensaña con la pobre gente del ámbito de la salud y en esa última hora caen siempre las cosas mas complicadas, insólitas y sobre todo imposibles de resolver. El doctor Faso podría en ese momento inspirarse y gritar cual He-man: POR EL JURAMENTO HIPOCRÁTICO!!!! y hacer algo... pero no, sería revelarse contra las normas, sería entrar en conflicto con su yo. Con lo cual esas horas cruciales las dedica pura y exclusivamente a guardar las cosas (no vaya a ser que el cambio de guardia lo encuentre desprevenido y tenga que regalar 10 minutos más de su preciado tiempo)

Hay una frase que dice: soldado que huye sirve para otra batalla. El doctor Faso pasa el 90% de su tiempo profesional huyendo, solo que hasta el momento no ha librado ninguna batalla. Pero ojo, nadie quita su mérito: hay que pasar 24 hs en un lugar en donde todos trabajan sin siquiera inmutarse. Y es que el doctor Faso es un gran superviviente... Casi casi, a la altura de las cucarachas!

2 comentarios:

  1. jajajajaaj!! Bien Galeno!! me cague de risa!! Yo tuve uno asi!!!-- Que pedazo de HDP que era!!!
    Uno laburaba a 4 manos, con lo peor de lo peor (y que cuando uno es nuevito , te cagas todo) y el tipo sentadito atendia 5 pacientes con anginas en 24 hs (y vos los otros 134 cuyas patologias iban desde las hemorroides trombosadas, pasando por el edema agudo de pulmon y cuando te estabas por ir caia esa puta ambulancia con un ACV hemorragico machazo y vos no sabias ni por donde empezar).

    Asi aprendemos cuando somos practicantes y residentes: a pura vasoconstriccion coronaria.

    Lo primero que se te ocurre es gritar: llamen al neurocirujano, llamen al Terapista y llamen a Imagenes que hay que hacer la TAC. Y te lo quedas mirando y pensando "que no se me muera , que no se me muera". cada tanto lo sacudis o le tomas el pulso carotideo para saber si sigue vivo y le revisas las pupilas para observar la clasica anisocoria del stroke hemorragico y que los demas vean que, al menos, estas haciendo algo...)

    Una vez que llegaron los especialistas uno deja de traspirar como mono con tricota y ahi empieza el aprendizaje: ver como labura el que ya pateo especialidad. Pero para que llegue ese momento , cortaste clavos con el culo, mientras los familiares te miraban con cara de "este es muy jovencito, me lo va a matar..."jajajajaj--

    Y uno haciendose el "No,parezco joven, pero tengo años de experiencia en el area, mientras lo unico que se te ocurre hacer es levantarle la cabecera para disminuir la PIC y auscultarlo,para ver si tiene un soplo....es mortal. Recuerdo mis primeras guardias y te digo: DISFRUTALAS, porque despues se van a poner aburridas (porque ya vas a saber que hacer). Es mas lindo aprender, que ejercer (al menos para mi) :)

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    1. Faso es tremendo. Estando el, si uno como practicante no se pone a hacer algo en una urgencia (hasta que lleguen los más idóneos) el paciente se te muere.

      Y con lo de parecer joven, si lo he sufrido (y lo sigo haciendo)!! Tiene que ver con 2 factores: por un lado a que empece a hacer guardias cuando estaba en segundo año y por otro que siempre aparenté menos edad de la que tengo; o sea, que encima que era un pendejo parecía todavía más pendejo. Cuando entré a la guardia, como mucho no entendía, me dedicaba más que nada a hacer las cosas manuales o de enfermería. Recuerdo la segunda vez que iba a poner una vía, voy con el enfermero y la paciente asustada lo mira y le dice:

      - Pero, ¿Está seguro que este chico tiene experiencia? Es muy joven!

      Y tuve que responder:

      - Quédese tranquila señora, hace un montón de tiempo que vengo haciendo esto. Mire para otro lado así no le da impresión.

      pero lo que en realidad no quería que vea era mi mano temblar!

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