Domingo soleado en el hospital, recibimos un
paciente masculino aquejándose de dolor abdominal bajo. Este paciente tenía una
particularidad, era sordomudo. Admito que no estamos acostumbrados a lidiar con
este tipo de pacientes, y el desconocer el lenguaje de señas no hace más que
hacer la situación aún más dificultosa.
Ya que del interrogatorio no podíamos obtener
demasiada información, decidimos ir directamente a realizar el examen físico.
Todo negativo, todo normal.
En un momento, el paciente se señala sus
partes íntimas y nosotros, suponiendo que podría tener una afección en la zona
genital, procedemos a revisarla. Efectivamente, presentaba una secreción
purulenta compatible con una enfermedad de transmisión sexual.
Como el enfermo podía leer nuestros labios,
entendía las indicaciones del tratamiento lo que era un alivio para nosotros.
En estos casos es importante saber si el paciente tiene pareja estable, ya que,
de ser así, es de buena práctica efectuar una consulta con la misma y descartar
las patologías en esta.
A
partir de aquí se sucedió un diálogo que me quedó grabado (nosotros hablando,
él leyéndonos los labios y emitiendo figuras con sus manos para nosotros
inentendibles)
Nosotros (Yo y la médica clínica de guardia): -Juan (vamos a usar un nombre
ficticio), ¿tenes pareja estable?
Juan: -Asiente, y señala la puerta del consultorio
Ante la ventaja de tener a la pareja afuera,
decidimos hacerla entrar y explicarle las cosas a los dos juntos.
A falta de uno, ahora eran dos los sordomudos
y más la dificultad para entendernos, era imposible! Es cuando entonces uno de
ellos nos hace señas para que hagamos ingresar a una tercera persona.
Resulta ser, que esta otra persona, era una
conocida de ellos que podía oficiarnos de traductora. Sinceramente no era una
situación de lo más típica la de tener que exponer este tipo de problemas
frente a una ajena, pero no teniendo otra opción nos pareció lo más oportuno.
Nosotros: -Bueno, lo que tenes ahí es una enfermedad de transmisión sexual, te
tenemos que hacer algunos estudios para después medicarte y también conviene
revisarte a vos (mirando a su mujer). Mientras tanto la traductora, traducia.
Juan: - señas inentendibles
Traductora: -Pregunta si puede ser porque comió mayonesa
Nosotros: (evidentemente no entendió nada) Volvemos a explicar más fácilmente tratando
de enfatizar el modo de contagio. En ese momento vemos que la cara de la mujer
se transforma y seguido esto comienza una discusión en silencio pero con un
movimiento de manos digno de un baile flamenco.
Nosotros, sin poder decir más nada no tuvimos
otra opción que quedarnos al costado y en silencio mirando la escena y
esperando a que la traductora diera señales de vida.
En un momento, la mujer hizo una seña que
traspaso el lenguaje propio de los sordomudos: señaló a su marido, tomó con sus
manos un pene invisible, lo “decapitó” y lo arrojó al suelo de la guardia!
LITERALMENTE!!!???? conta que paso por dios!!! Excelente blog!!Yo empecé el CBC este año en La Paternal.
ResponderEliminarLiteralmente así Loquito! No sabemos como terminó la historia ni que problemas conyugales trajo.. el muchacho anduvo divirtiéndose por ahí y a la mujer no le cayó nada bien.
ResponderEliminarMe alegro que te guste el Blog... y bienvenido a esta carrera maravillosa!!