domingo, 12 de febrero de 2012

CONOCIENDO ESPECIALIDADES (primera parte): DERMATOLOGIA Y MEDICINA FAMILIAR.


En esta entrada, decidí agrupar un montón de situaciones que me tocaron vivir en distintos consultorios o cursadas de muchas materias.

El primer conjunto de experiencias tiene que ver con los médicos dermatólogos. Debido a que mi UDH no tiene como materia Dermatología, mis compañeros y yo tuvimos que ir a tomar clases a otro hospital. Y fuimos asignados a un gran hospital de Capital Federal que se caracteriza entre otras cosas por tener un muy buen servicio de dicha especialidad.
Fue la primer y única vez que vi concentrados en tan poco espacio a tantos dermatólogos. Era como una mega ciudad de ellos, fluyendo por todos lados; había especialistas en lo te imagines: psoriasis, enfermedades ampollares, estética, pediatría, úlceras y quemados, etc. Pero lo principal que les quiero describir es el prototipo del especialista en piel. La mayoría de ellas son mujeres, en general jóvenes (probablemente cuando se ponen viejitas las recambian o las recluyen en algún consultorio sin ventanas), muy arregladas. Predominantemente pelo lacio y no se visten de ambo como los demás médicos; usan solo la casaca y como pantalón jean generalmente ajustado. Para caminar todas utilizan botas de cuero (factor excluyente). Este prototipo es el opuesto a las residentes mujeres de clínica médica: Estas están mal vestidas, sucias porque no tienen tiempo de bañarse (probablemente sus jefes les den tiempo solo para usar desodorante), con el pelo despeinado y grasoso. Usan las mismas zapatillas All Star que compraron durante la UDH 5 años atrás y que a esta altura están finitas y gastadas.
En cuanto a la cara, las dermatólogas haciendo uso de sus conocimiento sobre la piel usan todo tipo de cremas: humectantes, hidratantes, con vitamina A y D, con Coenzima Q10, con esperma de ballena; y van siempre maquilladas. Las de clínica en cambio viven permanentemente a cara lavada y la única crema que podrían usar es la de bismuto, si se llegan a pescar una diarrea de algún paciente.

Las dermatólogas hablan tranquilo y siempre en diminutivo, SIEMPRE! Es el segundo requisito para ser especialista: después de ser dueñas de un buen par de botas.
Para ellos no es: “Señora, tiene un eccema en la pierna” sino “Bueno, mami… tenes un eccemita en la piernita…” y así. Y si atienden niños esta característica se multiplica x 10. Las de clínica hablan más como de barrio y no tienen problema en ir directo al grano preguntándole al paciente si meó o cagó, literalmente. Lo único que les interesa es extraerles la información necesaria para poder hacer la historia clínica y por fin irse a dormir!

En este contexto podríamos decir entonces que muchos de los dermatólogos son como vulgarmente llamaríamos “finolis”. Y nosotros éramos los “negros” de provincia que íbamos a invadirles el súper hospital. Vean un ejemplo:

DOCENTE: -A ver, ¿Cuáles son las complicaciones de la infección por Streptococo?
COMPAÑERO: -bla bla bla, y Eritema nodoso
DOCENTE: (exaltado)…- muy bien.. en siete años que soy docente nadie me responde eso!! ¿De donde son?
TODOS A VIVA VOZ: -DEL HOSPITAL SARASA!!!
DOCENTE: -Ahhhh deben ver un montón de tuberculosis y lepra por ahí!


Sin palabras! Además tuvimos el agrado de cursar con chicos de una universidad privada. Compartimos solo dos o tres clases, ya que ellos tenían una cursada paralela y recibian cátedra con otros docentes la mayoría de las veces. En una oportunidad se dio esta situación:

DOCENTE: (hablando de inmunofluorescencia (IFD) que es una técnica de diagnóstico)… -El otro día lleve a unos alumnos a ver una IFD de sífilis, no se hace en muchos lados esa…
ALUMNOS: -Que bueno… (cara de expectación)
DOCENTE: -Je je pasa que ellos eran de la Privada, tienen plata je je 
ALUMNOS: -???

Garcaaaaaas! En fin, esa distinción entre universidad Pública y Privada dentro de un Hospital Público precisamente, no me parece correcta.

Otro grupo de médicos que les quiero describir son los médicos familiares o generalistas. Los médicos generalistas son profesionales encargados de dar resolución a las patologías más frecuentes que involucren distintas áreas como clínica médica, pediatría, ginecología, salud en el paciente mayor, etc. La idea de que exista esta rama de la Medicina es intentar abordar al paciente de una manera integral y solo derivarlo al especialista cuando se trata de patologías complejas o que necesiten tratamientos más específicos. Intenta que un solo profesional atienda al grupo familiar y no solo involucra los aspectos biológicos sino que le da mucha importancia al entorno social y a los aspectos psicológicos de cada integrante del grupo familiar.
Los médicos familiares son, entonces, un subgrupo aparte de la medicina y en general van al revés del mundo. ¿Qué quiero decir con esto? Como tratan patologías que también son abordadas por otras especialidades tienen diferentes opiniones y concensos sobre como actuar ante diferentes situaciones. Si los ginecólogos dicen que hay que hacer PAP todos los años ellos dicen que hay que hacerlo cada 3, por poner un ejemplo. Siguen sus propias normas y conceptos los cuales están basados, la mayoría de las veces en el ahorro de recursos en salud. Es de esperar entonces que al abordar al paciente desde un contexto tan amplio, la historia clínica del mismo sea muy extensa. Por ello, el interrogatorio en la primer consulta se prolonga bastante tiempo y esto hace que muchas veces se pierda el verdadero enfoque del motivo por el cual realmente vino el paciente. Les cuento una situación que le paso a una amiga en un consultorio de medicina familiar:

Paciente en su segunda década de vida que ingresa a la consulta. Después de 30 minutos de exhaustivo interrogatorio, medición de talla, peso, índice de masa corporal, evaluación de factores de riesgo cardiovasculares, toma de presión arterial y demases el médico pregunta: ¿Bueno, que pasó?

PACIENTE: Vengo porque se me secan los pies...

Hubiera sido mejor empezar por esto y ahorrarse todo lo otro no? Así piensan todas las demás especialidades, pero el médico familiar siempre ve una oportunidad para prevenir o advertir al paciente de algo: Mirá que tenes que usar casco si andas en moto, usa forro, abrigate en invierno… Es como una abuela pero con matrícula!


1 comentario:

  1. excelente!! te acompaño el sentimiento. Mucha gente de mierda en esta carrera...

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