Como el estudiante de medicina de algo tiene que vivir y en general es difícil conseguir un trabajo full time, es necesario rebuscárselas con distintas “changas”. Hay quienes consiguen trabajos en institutos dando clase o bien apoyo escolar en sus propias casas y otros como yo trabajamos haciendo revisación en natatorios. La tarea en sí es muy sencilla y consiste básicamente en buscar hongos y piojos: y créanme, no hay nada de divertido en mirar pieses y cabezas ajenas. Al igual que en el hospital, me pasaron muchas cosas en este trabajo que cada día me aburre más. Por un lado, porque es aburrido en sí y por otro porque la gente me agota. Cualquiera que trate con público termina cansándose de la gente y ni el médico ni el revisor de pies y cabezas como es mi caso son la excepción.
Algunas veces pienso que la gente está más
lenta mentalmente y eso que yo no me creo una luz, pero hay cosas que me
superan, por ejemplo:
Yo: -
Apoya el pie en la silla y separate los dedos por favor... perfecto
Cliente del natatorio: -¿El otro pie te lo tengo que mostrar también?
También es común que pregunten si se tienen que sacar las medias o el gorrito para mirarle el pelo, lo cuál por ahora es necesario porque no desarrollé visión de rayos X.
Cliente del natatorio: -¿El otro pie te lo tengo que mostrar también?
También es común que pregunten si se tienen que sacar las medias o el gorrito para mirarle el pelo, lo cuál por ahora es necesario porque no desarrollé visión de rayos X.
Otro ejemplo:
Diálogo con mujer en
sus 50 y pico:
Mujer: -¿Y para que me revisas la cabeza?
Yo: - Por si hay piojos..
Mujer: -Ahhh, y como es eso, ¿¿pican??
No, si van a dar diabetes (me contuve pero casi lo digo)
Yo: - Por si hay piojos..
Mujer: -Ahhh, y como es eso, ¿¿pican??
No, si van a dar diabetes (me contuve pero casi lo digo)
Otras veces siento
repulsión ante lo que veo, y eso que uno se va acostumbrando a muchas cosas.
Digamos que es esperable enfrentarse a un vómito incoercible, una catarata
fecal o un paciente muy sucio en una guardia hospitalaria pero lo que no es
esperable encontrar es un cliente sucio en una pileta, y que encima lo tenga
que revisar yo.
Cliente: -¿Me separo así los dedos?
Yo: Si (sin poder evitar una mueca en mi cara al notar un masa indistinguible de color negruzco entre los dedos)
Cliente: Al ver mi expresión, -Ahh, eso es mugre nada más...-
Yo: Si (sin poder evitar una mueca en mi cara al notar un masa indistinguible de color negruzco entre los dedos)
Cliente: Al ver mi expresión, -Ahh, eso es mugre nada más...-
Sin palabras. Lo peor es que siempre se
justifican, usan pretextos como: es que vengo caminando desde mi casa, es que
vengo desde el trabajo, es que me transpiran mucho los pies (?). ¿Qué me
importa a mi porque tenes los pies mugrosos!!? Andá y lavátelos, sucio!
Otra cosa que me molesta es que piensen que la
pileta es un consultorio médico. Acá simplemente se buscan hongos y piojos. No
jodan, porque ni siquiera todavía soy médico! He tenido consultas por alergias,
por picaduras de vaya a saber que, para saber como le salieron los análisis. Y
hasta una vez me pidieron una opinión por una patología que hacía muuuuucho tiempo
se la estaban estudiando y nadie sabia que podía ser, ¿que te hace pensar que yo sí lo voy a saber?
Por si alguno de los que lee va a una pileta
les digo:
- Vayan limpios
- Entren secos, no es cuestión de andar dejando sus marcas por todos
lados!
- Vayan limpios
- No consulten ninguna enfermedad que tengan
- Vayan limpios
- Entren cambiados como si ingresaran a la pileta. No es divertido
verlos mientras se sacan la bufanda, polera, guantes, medias, gorrito y
demases y cuando los termino de revisar esperar a que se pongan todo otra
vez (No, no tengo paciencia). Ídem con sus hijos/sobrinos/nietos.
- Ah, y por favor: VAYAN LIMPIOS!
Y tengo que admitir
que a veces la macana me la mando yo como con esta chiquita.
Ingresa al
consultorio del natatorio una niña para hacerse la correspondiente revisación.
Miro la tarjetita y procedo a saludarla (con diminutivo como se saluda a los
niños):
Yo: -Hola Pene!
Lástima que la nena se llama Penélope!
Yo: -Hola Pene!
Lástima que la nena se llama Penélope!
Otra gran verdad: se ha perdido esa , como llamarla, decencia, de ir al medico bañadito y bien vestido (sobre todo la ropa interior.)
ResponderEliminarYo he tenido que revisar a cada una, cuando hacia practicas en ginecologia, que cuando se iban tenias que abrir hasta las puertas de entrada del hospital poruqe en lugar de un hospiatl parecia que laburabas en una pescaderia.
Hay cosas que no hay que perder: uno es medico, pero eso no significa que al graduarse le quitaron el sentido de la vista y el olfato. Derribemos un mito: a los medicos TAMBIEN nos dan asco ciertas cosas. Que no les vomitemos encima ya es cuestion de fortaleza y costumbre, pero la falta de higiene personal ya demuestra el poco respeto que nos tienen (o tal vez creeran que nos gusta ver y oler eso). SE EQUIVOCAN: nos gustan los buenos olores igual que a cualquier Cristiano...
Es verdad, la gente perdió ese respeto. Ya no es como antes que la abuela, sabiendo que iba a venir el médico al domicilio, le tenia preparada la toalla blanca inmaculada recien planchadita para que se seque las manos. Creo que uno no pide tanto, con la higiene personal del paciente le basta y sobra.
EliminarAl principio pensaba que tenía que ver con el bajo nivel cultural de las personas que consultan en el hospital, pero cuando lo empecé a ver en una pileta (que no cuesta dos mangos precisamente), me dí cuenta que la cosa pasaba por otro lado. En fin, otra cosa más a la que los futuros galenos nos tendremos que adaptar... marche un sahumerio para cama 4!!